DON VICENTE FERRER DE MORA CHIMO CÁPAC
Fue
durante el gobierno de Don Diego Mache, que Santiago de Cao pasó a ser
residencia de los Caciques Principales del valle de Chicama. Con el tiempo,
luego de haber pasado una serie de caciques, surge la figura de María de Mora
Caxahuaman, única hija sobreviviente del Cacique Principal Alonso de Mora y de
su esposa Doña María Ispacoch. Como era una menor aún, su tío Juan de Mora y
Ulloa se encargó del gobierno del Caicazgo de Santiago de Cao. Posteriormente,
doña María que era de Santiago de Cao se casó con José de la Torre Oxahuaman
(1631), quien era Cacique de Mansiche y Huanchaco, desde entonces sus
descendientes van a llevar el apellido
de Mora Chimo. Tras la muerte de Juan de Mora y Ulloa, ambos llevarían bajo
su mando el repartimiento de Chicama.
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Ilustración 1: Retrato de Don Vicente Ferrer de Mora Chimo Cápac. La frase inicial es idioma muchik y dice "Mi nombre es...". Dibujo de Miguel Núñez Bartolo-2018 |
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Ilustración 2: Folleto auspiciado por la Municipalidad Distrital de Santiago de Cao estando en la gestión el Alcalde Enrique Del Campo-2018. |
Junto a este valle, corre el de Chimo, el cual fue la
sede de los soberanos chimús antes de la conquista incaica. Hoy todavía
destacan las ruinas de Chan Chan que nos dejan una idea de la importancia de
aquel dominio. En esta región fuertemente hispanizada, los «Señores de Indios»
pasaron a ser, como en otras partes, caciques de pueblos de reducción: en
nuestro caso, los Mora Chimo lo son del valle de Chicama, reducido en cuatro
pueblos: Santiago, Cao, Chocope y San Esteban.
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Ilustración 4: Traje de un indio noble en el Perú. Similar vestimenta trajo sobre sí Vicente Ferrer de Mora Chimo Cápac. Dibujo de Pedro Alonso O'crowley |
Desde España, en sus memoriales, él se presenta ante
todo como «Procurador General de sus Indios» y luego «de los Indios del Reino
del Perú y Diputado de los Caciques más principales». Al mismo tiempo, se ha
presentado como «Cacique Principal de varios Pueblos de la Costa norte de Perú»,
en una lista que abarca desde el valle de Chicama hasta el de Chimo (Huanchaco
y Mansiche), siendo este último de mayor abolengo en la tradición aborigen. En
tres de estos memoriales, yuxtapone a su apellido la titulación inca real,
«Cápac», mientras incorpora a menudo
la partícula «de» —de Mora— como los
nobles españoles.
«Procurador General», ¿significará aquí «¿Apoderado»
—o sea que Vicente Mora Chimo habría recibido poderes de sus pares de Chicama
para una causa concreta— o bien es de entender según las Ordenanzas del Perú de
1685, como el que representa ante las instancias reales la defensa general de
los Naturales?
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Ilustración 5: Virrey Cármineo Nicolás Caracciolo |
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Ilustración 6: Corregidor aplicando castigos sobre indios que laboraban en las minas. Dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala. |
Entre los abusos que éste
personaje ponía en tela de juicio fueron los repartos mercantiles, el apoderar
de las tierras de los indios y el trabajo de las mitas y tributos aplicados
abusivamente por los llamados Corregidores, autoridades políticas a cargo de un
territorio denominado Corregimiento. Estos cargos políticos fueron instaurados
por el Gobernador y Capitán General Lope García de Castro en 1565; luego fueron
reglamentados por el Virrey Francisco de Toledo en 1575. Los corregidores
poseídos de una ambición insaciable, son tristemente célebres por aplicarle al
indio el REPARTO MERCANTIL, que era la adquisición obligatoria de mercancías,
en muchos de los casos inútiles y a precios exorbitantes (medias y camisas de
seda, encajes, terciopelos, máquinas de afeitar, espejos, candados, mulas,
paños, casinos, etc.). Esto se trata en un conjunto de productos que eran repartidos
entre la población indígena, mestiza y criolla pobre, los cuales debían ser
pagados en un periodo de cinco años, que era el periodo que duraba el cargo del
corregidor.
Con dicho reparto se masificó la mano de obra.
El indio tuvo que buscar cualquier trabajo adicional al que realizaba en sus
tierras comunales, para procurarse el dinero que le permitiese pagar el
reparto. Fue tanta la codicia de los corregidores, que el abuso llegó a
horrores, al punto que finalmente los indios se vieron imposibilitados de pagar
sus deudas. Luego vendrían las rebeliones.
Además de lo anterior, el Corregidor en
coordinación con el Cacique de la zona, explota al indio a través de la mita minera,
la mita obrajera y la recaudación del tributo anual. Sus permanentes abusos
fueron causa de numerosas sublevaciones indígenas a lo largo del territorio
peruano, pero cabe destacarse, entre todas, a la gran revolución separatista de
Túpac Amaru II, hecho que determinará su eliminación definitiva de los
corregimientos hacia 1784, durante el reinado de Carlos III.
El 29 de junio de 1722 Vicente
Ferrer de Mora Chimo Cápac se encontraba en La Habana (Cuba) en donde se
entrevistó el ex-Virrey Santo Buono, quien se hallaba de regreso a España. El 01
de julio zarpó de La Habana. Siendo un Cacique Principal (que según leyes de
Indias era equiparado con los Títulos de Castilla) fue bien recibido por la
Corte y visitó sin duda el Palacio Real y el Consejo Supremo de Indias.
Vicente Ferrer de Mora
Chimo Cápac a fin de dar a conocer a un público más amplio hizo publicar cuatro
de varios memoriales que presentó al Rey. Dentro de una concepción fidelista no
pide eliminar el orden colonial, busca en cambio, una aplicación más justa del
mismo régimen. En otras palabras; se caracterizó por ser un personaje que no
exigía la separación de nuestro suelo de la metrópoli española; sino más bien,
expuso que las leyes solían ser las adecuadas sólo que las autoridades no las
cumplían. Mora dirige su ataque a los funcionarios locales del gobierno
español, al mismo tiempo reclamó por el cumplimiento de la legislación
protectora del indio. Incluso, en sus reclamos hizo ver que los indígenas (mayoría
poblacional durante la colonia) eran vasallos de la Corona Española, pero que
aun siendo vasallos eran tratados peor que los negros esclavos. Su sentir se
hizo ver en el sentido que los nativos peruanos eran como ciudadanos con
derechos, que sabían expresar su sentir ante la explotación del invasor europeo y que
eran personas que sabían usar su inteligencia como para diferenciar entre el
buen y el mal trato a su integridad física y psicológica. Vale destacar que
también se quejó de las preeminencias incumplidas con respecto a los Caciques.
Don Vicente reclamaba que se les debía de tratar, incluyendo a él, como “Nobles
Hijosdalgo de Castilla”, entendido
como hombres que pertenecían por vínculos sanguíneos a la
pequeña nobleza. Así pues, Vicente Ferrer de Mora Chimo
Cápac era un rey en nuestros valles –Chicama y Moche-, aunque sometido políticamente
a la Corona de España.
Una
vez en la Corte de España, actúa primero como Procurador General de los Indios
de «sus pueblos» —Santiago de Cao, Magdalena de Cao, Chocope y San Esteban—:
logra una real Providencia para la restitución de sus tierras el 8 de julio de
1722. El Consejo de Indias insta a la Audiencia de Lima que mande a una persona
competente para remediar la usurpación de las tierras de los naturales de
Chicama. Desde el año 1722 hasta antes de su muerte, publicó numerosos memoriales en los que denunció los maltratos y reivindicó
los derechos que la Ley, la justicia y la fe cristiana conferían a los indios
del Perú. Allá en la península Ibérica preparó
un documento denominado “Manifiesto de
los Agravios vejaciones y molestias que padecen los indios del reino del Perú
dedicado a los Señores del Real y Supremo Consejo y Cámara de Indias, por el
Procurador y Diputado general de dichos indios”.
Los reclamos del Cacique de Santiago de
Cao, merecieron la atención de la Corona pues se dio una Real Cédula fechada el
17 de enero de 1725, mediante la cual, se apremiaba a la Real Audiencia de Lima
a que se dé una inmediata atención a los reclamos de los indios del valle de
Chicama. En este batallar de reclamos y sufriendo la nostalgia de los suyos, el
cacique ya enfermo murió en el Hospital General de San Lorenzo (Madrid), muerte
que ocurrió en España
alrededor del año 1739. Hoy,
para mayor realce a su labor protector de los derechos de su comunidad, se le
considera “Gran Prócer Trujillano”. Mientras Don Vicente se hallaba en España, el mando cacical
era desempeñado interinamente por su hermano Don Gregorio de Mora Chimo, quien
en su juventud residió en el pueblo de Mansiche. Fue el último de los Caciques
que tuvo Santiago de Cao y el valle de Chicama.
Hasta antes de la publicación por el diario oficial “El
Peruano” (30 de abril de 2018), se consideraba como Primer Precursor Reformista
del Perú al mestizo tarmeño (Junín) Fray Calixto de San José de Túpac Inca; sin
embargo, es ahora el mérito trasladarlo a nuestro héroe Vicente Ferrer de Mora
Chimo y enseñarlo con orgullo a nuestra descendencia. Personaje que enaltece y
llama a imitar ante los abusos que nuestras autoridades gubernamentales suelen
cometer en contra de nuestro pueblo.
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Ilustración 7: Un cacique indio de la nobleza, su esposa y su hijo. Imagen en tiempos de la colonia. |
Referencias bibliográficas
·
El "premio" de ser virrey: los
intereses públicos y privados del gobierno virreinal en el Perú de Felipe V.
Por Alfredo Moreno Cebrián
y Núria Sala i Vila. 2016
·
Bulletin de l'Institut
français d'études andines. Editor Institut Français d'Études Andines. 2008.
·
EL
NORTE EN LA HISTORIA REGIONAL, SIGLOS XVIII-XIX. Scarlett O'Phelan Godoy; Yves Saint-Geours
·
Mercaderes y corregidores: el reparto
mercantil en el Perú, 1752-1780. Autor: Sergio Bebín Cúneo
Editorial(es): Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Instituto Riva Agüero. Lima-2016
Editorial(es): Fundación M. J. Bustamante de la Fuente, Instituto Riva Agüero. Lima-2016
·
Aporte Cultural. Santiago de Cao. Indagaciones sobre su historia. Juan Castañeda Murga y César A. Gálvez Mora.
2002.
·
Historiador Alberto Pinillos Rodríguez.
·
Dibujo del cronista Guamán Poma de Ayala.
·
Dibujo del Obispo Jaime Martínez de Compañón.
·
Dibujo de Pedro Alonso O'crowley
·
Retrato de Vicente Ferrer de Mora Chimo por
Miguel Núñez Bartolo.