domingo, 5 de febrero de 2012

La huesera más famosa en Cartavio


Mi madre Olga a lado de doña Polita, recibiendo el Año Nuevo 2013.
Foto: Maite Amaro Núñez

Doña polita junto a mi mamá. Foto: Miguel Núñez.

__¿Dónde vive doña Polita?__ me preguntó una señora que pasaba en una mototaxi.
__¡Ah!, la señora Polita vive justo allí__ porque yo estaba cerca de su casa.
Entonces esa mototaxi se acercó más a la vivienda de la anciana. Bajó un muchacho sobre los hombros creo de dos persona, no podía andar. Su rostro era la de un derrotado por el dolor. Pobre chico.

Pasaba cerca en otro día, y escuchaba unos gritos “¡AYYYYYYYYYY, AYYYYYYYYYYYY!” y me asusté. Volteé a mirar mientras caminaba y se vino a la mente esta mujer de la tercera edad. Estaba atendiendo a un paciente, y los gritos se escucharon aunque su puerta estaba cerrada.
Gente de diferentes sitios ha atendido, de Lima, Chimbote, Anexos de Cartavio, etc. como  para no creerlo. Pero era real. Una mujer que ha dado servicio de medicina empírica o sea no científica y que ha resultado en buenos parabienes. Ella era doña Polita, como la llamábamos en mi pueblo.

La Sra. Filomena Polonia Zandoval Cuba, alias Polita, nació en Marcabalito (provincia de Sánchez Carrión-Región La Libertad), en 1929, la tierra de donde proceden varios cartavinos. Al pasar los años pasó a vivir a la pequeña ciudad de Sausal en la Provincia de Ascope, para luego teniendo ya 18 años de edad pasar a vivir a la Hacienda Cartavio.
Mantuvo una relación de pareja en dos oportunidades, debido a que se tuvo que separar del primero. Así pues conoció a su segundo esposo a quien pude tratar desde infante. Este señor era un hombre muy serio y que gustaba que la gente brinde respeto, lamentablemente falleció. Quedando mi vecina viuda.

Su atención brindada a la gente ha sido con casos como:
  • Las Torceduras.  
  • Los partos (incluso atendió a mi hermana Azucena en el nacimiento de mi sobrino George).  
  • Acomoda el vientre de las mujeres embarazadas (cuando el feto está cruzado).
  • El Susto (cuando un niño por ejemplo se cae de la cama y siempre para llorando recordando su caída).

De las cuatro anteriores al susto no se dedica porque sus manos quedaron mal y las he visto como si tuviera artritis. Tampoco puede ver el caso de “la columna” porque considera que no es su especialidad y recomienda a su clientela visitar a una tal “Valdez”.
Atendiéndome en ese dedo que no me dejaba ni caminar por tres semana pero así me iba a recrear a Chiquitoy
Algunas personas que no viven en Cartavio Viejo, vienen con el tiempo y preguntan por otras hueseras, como Doña Dorotea y Doña Narcisa. Ambas fallecidas. Bueno, con respecto a Doña Narcisa, era una abuelita muy hermosamente canosa de dos trencitas que atendía los partos y que era muy amiga de mi madre; vivió en la 3era cuadra de la Calle Zafra.

Doña Polita vino a mi casa este domingo 05 de febrero de 2012 porque yo había estado mal del dedo pequeño del pie izquierdo ya hace tres semanas. Todo fue por una mal caída en la piscina de Chiquitoy y como siempre trato de no recurrir a la medicina científica, sino que decido por dejar pasar las cosas como fiebre, dolor de cabeza o muscular así nomás. Pero cuando la cosa se hace muy complicada es que recurro a una atención médica científica. Pero esta vez no fue así.
Desde pequeño no me había atendido mi vecinita y hoy yo con 37 años de edad tuve que recurrir a sus servicios. Mi dedo no me dejaba tranquilo. Llegó a casa y de pasada atendió el vientre de mi cuñada Ruth.
Fernando, mi hermano, hacía gestos de dolor como si a él le estaban atendiendo. Yo ya estaba molesto porque no me gustan las personas que no quieren aguantar los dolores en estos casos. Le pedí que se callara y dejara de molestar.

__Vamos a echarle el mentolato__dijo la anciana.
__Aquí está doña Polita__
__Uyyyy! Tu dedo está movido ¿cuánto tiempo lo has tenido así?__
__Ya tres sábados han pasado__
__Ya ves. Si hubieras dejado más tiempo a esto, se te hubiera hecho una forma de callo y quizá hasta te deberían de operar para que quede mejor el dedo__ hablaba siguiendo con el tratamiento.
Mientras masajeaba el dedo pequeño, yo comenzaba a transpirar por el dolor que no era mucho, no sé creo que puse de mi parte para soportar. No me gusta que me vean así como un cobarde. Igual soporté.

__A veces me da temor cuando atiendo casos del dedo pequeño del pie. La otra vez una señora se desmayó del dolor y otra persona se quedaba como si le faltara aire__ expresó doña Polita muy preocupada.

La atención de esta medicina convencional (naturista) terminó cuando me pidió colocarme un par de zapatos de cuero, que permanezca con ellos, pero que tomara un doloflan hoy y luego otra pastilla mañana por la mañana.

Por el servicio de huesera, Doña Polita, es una mujer de 83 años de edad que la podrán encontrar en la Calle Zafra 2da Cuadra-Cartavio desde el año 1955. Se las recomiendo.

(agregado el día 02/08/2016)
Doña Polita ya no brinda atención. Quizá sólo alguna sugerencia empírica a la salud.

Fuente oral
Filomena Polonia Zandoval Cuba