martes, 10 de enero de 2017

La granja "03 de Octubre" en Cartavio.


Ruta que años atrás era usada segurido por los criaderos, llevando los antiguos triciclos.
Era la línea divisoria entre Cartavio-sector Manzanas y la pampa donde a lo lejos se observaba la granja.


Esta calle de terreno afirmado era la puerta de ingreso por la mayoría de socios criaderos 
que venían de Cartavio Hacienda. Al fondo en lugar de casas, era solo pura pampa, cantos rodados.
Desde aquí en antaño se observaba la granja y el camino de ingreso era directo.
Mi papá formó parte de los fundadores de una granja para animales domésticos llamada “03 de Octubre”, en consideración quizá al Golpe de Estado llevado a cabo en 1968 por el entonces militar Juan Velasco Alvarado. Sin embargo, surgió su fundación en el año 1978, en tiempos de la Reforma Agraria cuando gobernaba el Presidente Francisco Morales Bermúdez quien en 1975 había sacado del poder al Presidente Juan Velasco Alvarado. Iniciado el siglo XXI cambió su denominación a “El Progreso” pues según registros, es su nombre real. Nació con la idea de criar básicamente cerdos.

Era obvio que criar animales en cantidad dentro de nuestros hogares en Cartavio Hacienda era complicado, por lo que dicho terreno serviría para contar con la cría de ganado porcino (cerdos o chanchos), ovino (que llamamos guachos) y caprino, así como pollos, patos, palomas, cuyes, conejos y pavos. Esta granja cuenta hasta ahora con 4 calles (A, B, C y D), con los diseños casi originales como dejaron sus socios fundadores. Hago la aclaración que cada calle poseía por su puesto una serie de corrales. Para traer agua potable a nuestros animales, íbamos a la acequia a un lado del primer puente que está atrás de la granja que da a la entrada de Sumanique, entonces era que caminábamos más de una cuadra ida y vuelta llevando nuestros baldes.

La granja antiguamente podía ser vista cuando acababan las casas detrás del paradero “Cartavio”, sector de las manzanas. Desde ese camino de terreno afirmado a la altura de lo que hoy se conoce como el hogar de la familia Huamán, se podía apreciar la granja a lo lejos, así que nuestro camino hacia ella era de manera diagonal, pues el sector llamado Urb. “Señor de los Milagros” no existía. El levantamiento de este gran terreno cuadrangular, fue a base a adobes muy grandes. Me contó mi madre sobre aquellos que participaron en su construcción, tuvieron por derecho los corrales que estaban más cerca al portón principal. El portón principal de metal y maderas ya viejas son testigo del ingreso y salida de sus dueños del que muchos de ellos pasaron ya a mejor vida. Los desechos de los animales, fueron depositados siempre a un lado de la carretera Industrial, y esa zona ha sido visitada en décadas por gallinazos y últimamente también por garzas blancas que van recoger algún alimento. Las lagartijas siempre pasaban entre nuestros pies.
Carretera Industrial. A la derecha restos de desechos de las que se alimentan las garzas. Al fondo, Sumanique.

Garza blanca. Foto: Google.

Primer puente de ingreso a Sumanique, de donde en antaño se traía agua para los animales de la granja (foto tomada en momentos de la construcción de la pista asfaltada). Al lado izquierdo, parte trasera de la granja "El Progreso".

Para funcionar sistemáticamente la granja, siempre se ha tenido que elegir una Directiva, donde el o la Presidente hacía su convocatoria que se publicaba en cartulina puesta en un muro de ingreso con pequeños clavos y chapas (los anuncios cambiaron al fabricarse una pizarra hecha en el muro). Cada mes, o dependiendo de la situación, se realizan reuniones de Asamblea General por lo que el día que se tiene programado dicha reunión se decide que en la mañana no se abra elportón sino en la tarde, así se asegura que la gente vaya obligatoriamente a la Asamblea (sino los animales pasarían hambre) ¡Qué creativos! La responsabilidad era compartida con dos Guardianes de turno a quienes con los pagos que hacen sus socios se distribuye el mismo entre los guardianes. Al quedar algún dinero o al faltar para realizar arreglos a la granja, era necesario aportar algo adicional, Prácticamente una especie de cooperativa.
Lugar sobre los anuncios

Una de las calles

Tipo de puertas y muros de los corrales. Calle B.

Parte trasera en el interior de la granja.
Al fondo la garita de observación para guardianía.

Camino yendo hacia el portón. Calle D.

El antiguo pozo, hoy seco. Calle D.
El muro que se observa es del perímetro externo.

Pude vivir algunos proyectos interesantes para esos tiempos más o menos a mediados de la década de los 80’s e inicios de los 90’s durante mi niñez y adolescencia:
  1. La creación de cañerías de agua en cada calle. Que tuvieron regular tiempo de existencia. El problema era que los más beneficiados fueron los socios de las calles C y D pues ahí llegaba con fuerza el agua.
  2. Conexión eléctrica de un foco de luz amarilla frente a cada calle con la idea de prevenir los robos que sucedían de noche. La luminosidad era precaria. No tuvo éxito; aunque sí se permitió el uso de una escopetas.
  3. La construcción de un gran pozo de agua, que era sacada con nuestros baldes y estos amarrados a gruesas sogas. El pozo aún sigue existiendo en la calle D, pero ya no se usa pues el nivel de la napa freática ha disminuido debido a los extensos riegos que hace la empresa en sus campos de caña de azúcar.
  4. Algunos sectores del muro exterior al no resistir el salitre y la humedad de los suelos, colapsaban. Es ahí que se consentía en levantar la parte afectada con nuevos adobes o grandes ladrillos de cemento y estos en sobrebases de cemento más resistentes al tiempo.
  5. En la parte exterior existió una pequeña huerta que nos daba sombra en tan extenso desértica zona en la que se hallaba la granja. Ahí pues se llevó a cabo la construcción de una cañería, que hoy en día ya ni agua nos otorga. Hace como tres años tal huerta dejó de existir y solo ha quedado como evidencia algunos árboles.
  6. Tal edificio era acompañado, en momentos, por los ruidosos tráileres que se dirigían o salían de la fábrica TRUPAL (empresa papelera de Santiago e Cao). La bulla estremecía el suelo debido a las piedras redondas de variados tamaños que aplastaba y que a veces salían disparadas siendo un peligro. Hoy en día debido al asfaltado de esa carretera llamada Industrial (obra municipal), no se siente tal estruendo.

Unos viejos criaderos entregaron sus corrales a sus hijos u otro familiar; otros, vendieron sus corrales a terceros. Así pues con todo el problema que aún tienen sobre el servicio de agua potable, el de poder contar con un lugar más asequible para depositar la basura, la existencia de ratas, la murmuración sobre que desaparecerá la granja para siempre…pues los socios se resisten a perder lo que en el pasado a sus ancestros les costó levantar para aprovechar como mercado pequeño la venta de sus animales y a la vez para consumo familiar con animales más sanos. Ellos aún siguen sosteniendo “son animales de corral, sanos, no esos de granja que tienen tantas ampollas y vacunas que hoy en día nos hacen tanto daño”.


Un cañito del que ya casi agua no emana.
Las mascotas que actúan como guardias, hacen uso para calmar su sed. 

Este terreno seco donde están los árboles había sido una pequeña huerta.
Al fondo el barrrio "Señor de los Milagros".

Esta es la ruta más usada. Al fondo un señor en bicicleta llevando alfalfa.


Escrito por: Miguel Núñez Bartolo.
Fotos: Miguel Núñez B.

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