sábado, 29 de junio de 2013

Peluquería “Llerena e hijos”

¿Recuerda al joven que estaba sentado mientras le cortaba el pelo a Ud? pues él le dijo a su mamá ‘Muy alto (el corte)’-me expresó don Solano, el peluquero-
 
Segundo Local donde trabajó Don Víctor Solano. El letrero dice el nombre original de la peluquería.
“Mi nombre es Víctor Isidro Solano Sánchez, soy natural de Santiago de Cao. Toda mi familia es de allá. Nací el 14 de mayo de 1935. Mis padres, ya difuntos, son José Rosario Solano y Soraida Sánchez. Tuve 12 hermanos de los cuales vivos tengo 3. Mi esposa es Santos Trujillo Blas y con ella tuve 4 hijos.

A la edad de 17 años por el año 1952 vine a trabajar a Cartavio, en esa esquina que queda en la  2da cuadra de la Calle Proaño y la Calle Coliseo, a un lado donde antes se había ubicado el Antiguo Mercado (se incendió en 1948). Estuve trabajando ahí entre 1952 y 1954.

En la zona donde es hoy el Nuevo Mercado de venta de pescado, carnes y otros productos, en realidad fue un relleno de basural. La Hacienda (empresa Grace) trabajó este terreno y construyó este mercado. Yo trabajaba desde muy joven para el Sr. Francisco Llerena Sánchez y cuando nos trasladaron de local vine a trabajar aquí, a este nuevo mercado, con la condición que respetemos el contrato y que cobremos cómodamente a la gente, para que así todos tengan acceso al servicio de la peluquería. La atención era muy diferente en el horario. Se trabajaba en horario partido de 8:00 am-12.30 pm y de 2:00 pm-10:00 pm”.
Tarifa donde se expone no sólo precios sino el nombre de la Asociación fundada en 1955

Don Víctor Solano, es un peluquero que hablaba con mucho cuidado y al referirse del contrato que se hizo con la empresa pasó a decirme más aún.

“…El local de la Calle Atahualpa fue entregado a don Llerena, mientras el otro lado frente al actual paradero Cartavio, le era dado a otro. Ese otro peluquero un día se le animó subir el precio del corte de pelo. La Gerencia se enteró, le llamó y lo sacó del local por el hecho de que así sea para subir un centavo se debía llegar a un acuerdo con la Gerencia, luego comunicar a la Municipalidad. Siempre todo por la vía legal. Es así que el Sr. Llerena aprovecha tomar el otro local que hasta ahora lleva su nombre”.
 
Sus instrumentos de trabajo y su famoso y antiquísima radio que funciona a batería.

Corte para menores de edad

Incluso para los nenes. Pero aquí se necesita la ayuda de la madre.

Recordando mi niñez, por el año 1980 ya había la costumbre de ir al local del Sr. Llerena, yo tenía 6 años de edad. Mi papá Fernando siempre nos mandaba ahí; a mis hermanos, sobrinos y a mí. A veces era mi padre quien nos cortaba en casa.

“Yo he trabajado en varios lugares. Por ejemplo en Nepén, Chiquitoy, Cartavio y Trujillo. En Nepén fui Comidero, osea una persona encargada de llevar la comida al campo a los trabajadores. Para eso iba con un burrito.
Al trabajar en Trujillo, mi peluquería se ubicó por la iglesia de San Agustín donde se hallaba un parquecito y unas tiendas. Luego regresé a Cartavio.

Te digo que el señor Llerena tenía la peluquería más famosa en Cartavio. Aquí se cortaron a doctores del Hospital San Francisco, a los guardias, a los oficinistas y a los ingenieros. Lo curioso es que los ingenieros no venían a la peluquería sino que el mismo Sr. Llerena iba a sus casas.
Hablando de corte de pelos a los jóvenes. En tiempos de Hacienda, todos hacían cola y sentaditos enviados por sus papás. Nadie se quejaba, el corte era militar, no como ahora que son algunas madres las que consienten tanta moda cuando aún están en el colegio. En esos tiempos el corte de los oficinistas era cada 8 días y el de los escolares cada 15 días. También tuve la oportunidad de realizar cortes a descendientes de chinos como Felipe Wong (su esposa era sumaniquera) y Santiago Wong. Tuve aún la oportunidad de conocer a un peluquero de ascendencia japonesa de apellido Mizukami.
Cuando se creó la fábrica Trupal (en el año 1968), corté a los señores que administraban esa empresa.

Me considero devoto de Santa Rosa de Lima pero además devoto de Santiago El Mayor. Justo me ha llegado un documento invitándome a participar eso que llaman óbolo voluntario, ya que allá en Santiago de Cao me conoce la gente”.

Hace varios meses don Víctor Solano había estado delicado de salud por eso es que veíamos su peluquería cerrada y varios me preguntaban qué pasaba, ni yo supe sino cuando volví a verlo. El hecho es que ahora está de nuevo con nosotros, listo para ser entrevistado como tiempo atrás ya le había pedido ese permiso.

“Por ahora, a pesar que vivo en La Esperanza-Trujillo desde hace 30 años, vengo a trabajar de lunes a domingo con el siguiente horario:
-          De 8:00 am-12:30 pm y de 2:00 pm-5:00 pm
-          Los jueves y domingos medio día.
-          Los feriados no trabajo”.

Esta es la entrevista al Sr. Víctor Solano, a quien la gente joven le llama equivocadamente “ Sr. Llerena” pero que en realidad es el apellido de unos de los peluqueros veteranos de nuestro pueblo para quien el señor Solano, con orgullo, trabajó. Prometió entregarnos más información sobre su biografía.
 
Las antiguas sillas de espera y las dos famosas sillas de corte de pelo
Antiguo medidor que se usaba en tiempos de la Hacienda Cartavio, donde los dueños eran los Grace

Herramientas de trabajo que usa el Sr. Víctor Solano. Sobre el pomito que arroja spray de loción
estaba vencido el jebecito y era difícil encontrarlo ahora en venta., por eso usa como reemplazo
un pomito a presión spray.

Con lágrimas en los ojos el Sr. Víctor Solano recibe el reconocimiento,
un trofeo de mármol, en manos del representante de APROBIDEC el Sr. Lennín Sánchez.
Foto: Miguel Núñez.


Fuente oral
Sr. Víctor Isidro Solano Sánchez.

Fotos
Prof. Lic. Victor Miguel Núñez Bartolo.


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